Entiendo la Educación como compromiso ético, como solidaridad, como concientización liberadora que ayuda a romper con la ignorancia, el sometimiento y el fatalismo.
Y tengo especial interés por el mundo de los inmigrantes.



29.3.08

Ignorantes

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Pocas cosas hay que me indignen y subleven más que el racismo: el que alguien se crea superior a otro simplemente por el color de la piel, pelo o estatura. Y es que en la zona donde vivimos empieza a palparse.

Concretamente quiero escribir sobre las pintadas racistas que insultan a gentes de otro color o de otro país. Insultan a gentes que trabajan honradamente aquí y con los que quisiera solidarizarme como andaluz. Y como vecino o maestro de algunos de ellos que soy.
Hace poco volví a ver pintadas con spray en una calle céntrica, otra cercana al Centro de Adultos, otras frente a los IES: “P… moros fuera” -decían. Y todas, supongo, porque unas tiendas en cuestión serían propiedad de gente inmigrante o porque alumnos de nuestro centro lo son.

Verdaderamente el racismo y la xenofobia son frutos de la ignorancia y conducen a la estupidez. Y el diccionario señala que ésta es sinónimo de idiotez y torpeza. Porque míra que hay que ser torpe e idiota. Tierra de emigrantes ha sido y es Andalucía, especialmente la comarca cordobesa de La Subbética. ¿Y pedir -y precisamente aquí- una burrada semejante? Cruel es el mensaje. Y encima, equivocado.
¿Acaso no saben esos botarates nocturnos de la pintura que entre 1960 y 1980 más de un millón de españoles (1.121.425 exactamente) emigraron de forma fija a Europa y que casi otros dos millones lo hicieron de forma temporal? ¿Ignoran que de la comarca de La Subbética, en las mismas fechas, emigraron al extranjero, de forma fija, nada menos que 1.336 vecinos de Priego?

No saben, ignoran, que con todo no fueron nuestros paisanos los más numerosos ya que de la cercana Cabra marcharon 4.269 También de Lucena (1.298), de Almedinilla (272), de Luque (853), de Zuheros (684), de Carcabuey (283), de Doña Mencía (2.053), de Fuente Tójar (76), de Iznájar (441)… Se alcanzó así una emigración exterior en nuestra comarca del casi 2 % de su población.

A todos estos datos habría que añadir los de ultramar y la mayor aún emigración interior. La referida a Cataluña -“la novena provincia”- supuso casi otro millón. Y a Baleares y al Pais Vasco…Todo estos datos son necesarios para conocer la verdadera dimensión que este fenómeno social supuso.

Ignoran también que muchos no llevaban papeles –como ahora algunos exigen y reclaman- pues más de un 60 % de los llegados a Bélgica carecían de ellos, por ejemplo. Y todo según datos oficiales de aquel folclórico y muy franquista Instituto Español de Emigración.

¿Qué opinarán los que escriben –es un decir- semejantes frases por tapias cercanas si en la puerta de una fontanería o de un bar propiedad de un familiar, emigrante andaluz, pintaran “Andaluz de mierda, vete a tu casa” o algo por el estilo? Los inmigrantes antes y ahora, aquí y en todos lados, solo han buscado y buscan trabajo, huir de la miseria, mandar dinero a su familia, sobrevivir al fin y al cabo. La vida da muchas vueltas y algunos olvidan muy pronto. Los inmigrantes actuales son nuestro propio espejo: muchos andaluces se ven reflejados. Tal como ellos son, nosotros fuimos.
Claro que pedir que esas gentes racistas hagan semejante razonamiento significa suponerles inteligentes, casi pedirles un imposible, debido a la escasa materia gris que demuestran poseer.

Pero a veces pienso que, en verdad, ellos apenas tienen la culpa. Ellos se crían –que no educan- en una sociedad que hace posible ese caldo de cultivo, una sociedad que hacemos entre todos cada vez más insolidaria y competitiva. Ellos no saben que, lo quieran o no, la sociedad del futuro será multirracial y multicultural, especialmente Europa. Cada vez más en la Andalucía del interior -antes tan aislada- en nuestras aldeas, en nuestros pueblos y en nuestra comarca, veremos a gentes de orígen norteafricano, sudamericano u oriental. O de Europa del este. Vienen a trabajar y a vivir entre nosotros. Y bienvenidos sean, porque además será señal que marcha bien nuestra economía.
Ignoran esos amantes de las expulsiones que Andalucía es producto de mestizajes de todo tipo. Como todos los países, por cierto. Ignoran que en sus propios apellidos, en los nombres de nuestros pueblos, de los ríos, de los montes, en las costumbres y tradiciones, en nuestra gastronomía, etc. puede observarse la huella de otras culturas y que todas nos han enriquecido y nos ha hecho ser lo que la inmensa mayoría somos: gente abierta. Bueno... menos a unos cuantos que, lo mínimo que se me ocurre decirles es eso: ignorantes.

Y es que además, éste que suscribe, también fue emigrante.

de Paco Córdoba