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….“Los maestros de Adultos nos creíamos “diferentes” al resto de nuestros compañeros enseñantes. Recorríamos las calles en Campañas de Captación, trabajábamos a destajo en los más variados horarios, carecíamos de medios, etc. Y todo, porque nos creíamos la tarea que teníamos encomendada. Y la Junta quiero creer que también, pues cierta Andalucía tenía más en común con el Tercer Mundo que con el “club de los ricos” al que ahora todos presumimos de pertenecer...
La conclusión a la que hemos llegado muchos es que ya no les valemos. Hemos enseñado a la gente a leer, a escribir, y al mismo tiempo a pensar por sí misma, a autovalorarse, a ser crítica con el Poder –cualquiera que sea- y a no dejarse manipular por nadie. Pero esto, ad infinitum puede ser peligroso.
Hemos estado con las capas sociales más desfavorecidas y necesitadas de la sociedad. No somos nosotros los que hemos fracasado. En tal caso será la Junta de Andalucía la que, dando un carpetazo, termine por hundir a este tipo de enseñanza, reduciéndola a unas clases nocturnas en institutos o a una educación a distancia. No es ampliar el abanico, es reducir, excluir.
El protagonista en la nueva Educación de Adultos no será ya el individuo, sino las necesidades de una sociedad inmersa en una economía de mercado. Lo que quede durante unos años más de la Educación de Adultos no tendrá nada que ver con aquello por lo que nació ni lo que ha sido.
Fue un bonito proyecto educativo y autónomo que viví intensamente mientras duró…”
Hemos estado con las capas sociales más desfavorecidas y necesitadas de la sociedad. No somos nosotros los que hemos fracasado. En tal caso será la Junta de Andalucía la que, dando un carpetazo, termine por hundir a este tipo de enseñanza, reduciéndola a unas clases nocturnas en institutos o a una educación a distancia. No es ampliar el abanico, es reducir, excluir.
El protagonista en la nueva Educación de Adultos no será ya el individuo, sino las necesidades de una sociedad inmersa en una economía de mercado. Lo que quede durante unos años más de la Educación de Adultos no tendrá nada que ver con aquello por lo que nació ni lo que ha sido.
Fue un bonito proyecto educativo y autónomo que viví intensamente mientras duró…”
El tiempo nos dió a muchos la razón con el brusco giro a la derecha que sufrimos y aquella Educación de Adultos nacida en 1984 se fue descafeinando poco a poco y diluyendo su ideología transformadora por imperativos de esta sociedad.
¿Qué fué de los perfiles del maestro de Adultos? ¿Qué fué de tantos cursos? ¿Qué fué de Freire y la educación liberadora? ¿Cómo se abrieron de golpe las puertas a nuevos compañeros especialistas -por poner un ejemplo- en Infantil o Música sin preparación específica previa?
Todo cambió, a pesar de la buena voluntad de los recién llegados pero, en general, con otra mentalidad. Hoy, y lo digo con pena, en la ahora denominada Educación Permanente de Adultos todo es ya otra y, encima, tristemente estamos a las puertas de presenciar y sufrir otra nueva vuelta de tuerca...
Estos párrafos los escribí hace más de diez años ante los cambios tan drásticos que se avecinaban y fueron publicados en diferentes medios. Y, desgraciadamente, hoy están plenamente vigentes al pretender excluir -sin más- en un futuro próximo a los que, precísamente, por ellos nació todo esto.
Y eso es lo que me jode.
Y eso es lo que me jode.